Tras ser torturado durante más de diez horas, confesó que era sadomasoquista.
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¿Y para qué confiesa? Ayssssss
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Se sentía culpable. Un saludo, David!
Me gustó mucho, Francesc. Y si le tengo que poner una pega, se la pondría en el título. En distancias tan cortas es mejor aprovechar bien las palabras. De las dos palabras del título, solo una, «dulce», aporta algo al relato. «Tortura» es redundante. Pero lo dicho: me gustó la contundencia, la rapidez del micro.
Muchas gracias, Víctor. Coincido en que tortura es redundante. Me resulta difícil encontrarle un buen título a los microrrelatos tan breves. En algunos éste le da sentido al texto, pero en la mayoría no aporta nada, al menos en los míos. Me alegro de que te haya gustado y agradezco tu opinión que siempre es bienvenida. Un abrazo.
Aunque Víctor puede tener razón, yo no le quitaría absolutamente nada, y si es el caso, cambiaría el título por «Satisfacción» o algo así, no sé.
Esto demuestra, que siempre hay que conocer el «carnet de identidad» del tipo con el que interactuas ¡glups!, ¡difícil! … si la tortura era para que confesara quién era.
Un abrazo Francesc.
Gracias por la opinión, Laura. Yo suelo escribir el micro, lo modifico y me suelo quedar satisfecho, pero con los títulos de los textos tan breves no hay manera. Al final el tío fue honesto y confesó 🙂 Un abrazo!
Hay gente pa tó…
Besicos salados, amigo
Un beso, Carmen!
David me lo ha quitado de la boca, para qué lo dice. ¿No son ellos los más listos? Pues que lo demuestren.
Confesó porque había quedado con otros torturadores y no llegaba a hora. Un saludo, Luisa.
y 10 años después continúa felizmente casado con su verdugo.
La Boca del Ello
Bienvenido, anónimo y orgulloso de ello. Hay muchas formas de tortura, algunas incluso son placenteras. Me pasaré por tu blog. Un saludo.
Y entonces, cómo hay que torturarlo?, dándole besitos y mimos? Joé, es que ya no se puede ni torturar a gusto…
Otro más.
Jaja buena idea, Miguel Ángel. Para un sadomasoquista sería una auténtica tortura, a no ser que las caricias se las hicieran con una pluma. Un saludo!
Hola Francesc. Llegué a tu blog desde la Internacional Microcuentista. Estuve leyendo algunos textos y me gustaron mucho. Sobre todo éste y Falsificaciones.
Me gusta lo que hacés. Seguiré pasando por aquí.
Un abrazo!
Bienvenido, Leonardo. Es una alegría recibir nuevas visitas. Me alegro de que te haya gustado. Pásate cuando quieras. Un abrazo!
Gracias! De paso, por si te interesa, te invito a leer mi blog de micros:
http://mepodesleeraca.blogspot.com.ar/
Abrazo!
Claro, voy a visitar tu blog. Un saludo.